MAÑANA

Autor Tiberio Castellanos

No me lo van a creer. Pero esta mañana, temprano como siempre me 

levanto, al marcar la fecha en el almanaque que cuelga de un clavo en la pared de mi habitación, la primera palabra que vino a mi mente fue esa... MAÑANA.   Estaba recordando, y busque usted si quiere, el motivo de este recuerdo, una escena de una obra de Alejandro Casona.

     Y recordaba el ensayo de esta escena, creo que de la obra "Prohibido

Suicidarse en Primavera", en clase con mi maestra Enriqueta Sierra.

(Con una compañia cubana, Enriqueta Sierra había actuado en Santo

Domingo en el antiguo Teatro La Republicana,  hoy Panteón Nacional,

y mi amigo Enriquillo Henriquez García, exiliado en La Habana, recordaba haber disfrutado esa actuación. Y le enviaba conmigo saludos

a Enriqueta ).

    Bueno, en esta obra de Casona  un grupo de jóvenes entusiastas y generosos ensayan métodos para ayudar a personas en apuros. Esta jóven de la escena, quizas con graves problemas en su autoestima está pasando por una situacion tan apretada que compra, en la  farmacia barbitúricos para suicidarse. Eso pensaba ella. Llega a su apartamento, y de repente le tiran por la ventana un ramo de

rosas con  una tarjeta con una dirección, y una sola palabra: Mañana. La dirección

era la de la sede del grupo y mañana la fecha de una próxima reunión. 

        No voy a repetirles todo el final de esta escena. Pero, recuerdo que la

jóven mujer abrazada a su ramo de rosas (algo dice ella como que nunca había recibido antes rosas) y ya no piensa en suicidarse. Por eso dice al final de su

parlamento: ¿ Quien pudo escoger, entre tantas palabras inhútiles la única que

podía salvarme... MAÑANA.

Un abrazo,

Tiberio