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domingo, 29 de octubre de 2017

El momento cúlmine de un gran sueño

Dalton Herrera
Santo Domingo
Francina Capellán, con su toga roja y su birrete de lado, desfilaba junto a su madre Francia, en silla de ruedas,  para recibir su título de Licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Había soñado con ese gran momento.

La lluvia de ayer no representó un motivo para dañar su investidura. Pues, a pesar de todo aquel trozo de  papel con el sello que certificaba su grado le había costado 15 años de lágrimas y sacrificio.
Siempre tuvo que esforzarse para echar a su madre hacia adelante, pero igual ella misma confirma que sin su apoyo  nunca  podría haber llegado a alcanzar a ese peldaño.
Los quebrantos de salud, las circunstancias y obstáculos que se presentaban, esa dificultad de trasladarse de Bonao a la Capital al inicio de su carrera hicieron de su camino hacia el título universitario, un verdadero reto que acabó por cumplirse.
 Hoy su madre Francia siente orgullo por ella. Ambas desfilaron triunfantes y con orgullo por la meta alcanzada.  Pero sus pasos por las escalinatas del saber no se detendrán.  Francina Capellán aspira seguir estudiando para afianzar sus reconocimientos por lo que el nuevo reto es cursar una maestría.
Investidura
La UASD invistió ayer a 1,305 nuevos profesionales en distintas ramas del conocimiento para grado académico durante una ceremonia de conmemoración del 479 aniversario de su fundación como Primada de América.

Dalton Herrera
Santo Domingo
Francina Capellán, con su toga roja y su birrete de lado, desfilaba junto a su madre Francia, en silla de ruedas,  para recibir su título de Licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Había soñado con ese gran momento.
La lluvia de ayer no representó un motivo para dañar su investidura. Pues, a pesar de todo aquel trozo de  papel con el sello que certificaba su grado le había costado 15 años de lágrimas y sacrificio.
Siempre tuvo que esforzarse para echar a su madre hacia adelante, pero igual ella misma confirma que sin su apoyo  nunca  podría haber llegado a alcanzar a ese peldaño.
Los quebrantos de salud, las circunstancias y obstáculos que se presentaban, esa dificultad de trasladarse de Bonao a la Capital al inicio de su carrera hicieron de su camino hacia el título universitario, un verdadero reto que acabó por cumplirse.
 Hoy su madre Francia siente orgullo por ella. Ambas desfilaron triunfantes y con orgullo por la meta alcanzada.  Pero sus pasos por las escalinatas del saber no se detendrán.  Francina Capellán aspira seguir estudiando para afianzar sus reconocimientos por lo que el nuevo reto es cursar una maestría.
Investidura
La UASD invistió ayer a 1,305 nuevos profesionales en distintas ramas del conocimiento para grado académico durante una ceremonia de conmemoración del 479 aniversario de su fundación como Primada de América.

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