DICE QUE SOLO PODRÍA VERSE FRENADO POR ALGO "EXTRAORDINARIO"
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que este sábado recibe en Oslo el Premio Nobel de la Paz, consideró hoy que el proceso de desarme de las FARC es "irreversible" y solo podría verse frenado por algo "extraordinario".
Santos admitió en la cadena "France 24" que temía que la incertidumbre sobre ese proceso pudiera prolongarse, pero destacó que desde el "Día D", el 2 de diciembre, que marcó el inicio del plazo, el desarme y la llegada de los guerrilleros a las zonas de concentración es "irreversible".
El presidente reconoció que el alto el fuego es "frágil", porque hay unas "6.000 o 7.000 personas armadas por todo el país", pero se mostró confiado en la implementación de lo acordado.
El acuerdo definitivo de paz entre el Gobierno y las FARC se firmó el pasado 24 de noviembre al término de cuatro años de negociaciones en La Habana y después de que un primer texto alcanzado el 26 de septiembre fuera rechazado en las urnas el 2 de octubre.
Santos confió en que la Corte Institucional defina el "fast track", una fórmula para aprobar con celeridad en el Congreso el pacto entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC).
Si esta fórmula no resultase, el Congreso lo puede implementar de todas formas, "aunque vaya a tardar más".
El dirigente colombiano apuntó que la ley de amnistía a guerrilleros de las FARC "es la primera que puede que sea aprobada tras el visto bueno del Tribunal Constitucional", y admitió entre otros puntos que todavía debe cerrarse la discusión sobre la elegibilidad política de los combatientes.
"Todo el proceso está orientado a darles la oportunidad de deponer las armas y de seguir luchando por sus ideas políticas en un marco legal constitucional. Si no les permitimos ser elegidos, el proceso carece de sentido. Todos los procesos de paz permiten a los que entregan las armas participar", señaló.
Santos precisó que "los responsables de crímenes contra la humanidad serán investigados, juzgados y condenados".
Aunque "cada caso se tratará de forma individual y se están determinando las condiciones, debe haber una manera en que esa gente pueda participar", puntualizó.
Con la paz, en su opinión, "habrá más crecimiento e inversión", y los beneficios del proceso se verán tanto en Colombia como en el extranjero, por lo que pidió "apoyo a la comunidad internacional" y "tanto dinero como sea necesario", aunque no detalló esa cantidad.
A tres días de la recepción del Nobel, añadió que "en el momento en que fue anunciado fue como un regalo de Dios", una especie de "mandato de la comunidad internacional", que ayudó a avanzar "cuatro días después de que el plebiscito se perdiera por un margen muy pequeño".
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