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| Autor José Tiberio Castellanos |
Yo había escuchado ese calificativo aplicado a los jóvenes
que abandonan sus estudios (dropean) y a los que caen en los
vicios. (quiero señalar que además de los vicios, digamos crueles,
como las llamadas drogas prohibidas a las que se suman también
¿drogas recetadas? o ¿ drogas que pueden adquirirse "over de counter", y después mezclarse y hacer diabluras coon ellas?. Además de
ese vicio que se tiene como mortal, y lo es, tenemos ahora el aparente
ingenuo vicio de los celulares. Juegos, déjenme decir satánicos,
como el de la Ballena Azul. Y también el texteo, cuando no se
tiene tacto. Y se textea en cualquier sitio y a cualquier hora.)
Los que caen en vicios son perdedores. Cualquiera sea el vicio. Porque han perdido el señorío de su voluntad.
Salman, el cabecilla suicida del atentado terrorista en Manchester y sus cómlices, son perdedores. Aunque ya hace horas
Salman esté en su Cielo Musulman recibiendo las doce vírgenes
que le tocan por su azaña. Eso creía él. Y eso es parte de una, ¿le
llamamos cultura o religión? Lamémosle cultura. Una cultura de
perdedores. ¿Han visto las fotos de esas bodas de niñas con adultos y hasta con viejos hombres, en paises musulmanes? Escribí, niñas, no adolescentes.
Aquí en La Florida, está preso un terapista acusado de poner
su mano donde no debía, al tratar a una niña de trece años. Aquella cultura de Salman y sus cómplices tiene un retraso de 20 Siglos.
Son perdedores. Como cristianos, tenemos que compadecernos de esa pobre gente. Compadecernos, pero cuidarnos mucho de ellos. Eso quiere el actual Gobierno
Americano con una disposicion legal que filtraría, para mayor
Americano con una disposicion legal que filtraría, para mayor
seguridad nuestra, el número y la calidad de los inmigrantes
que vienen de "ciertos paises". Este Decreto está detenido en
algunas Cortes. "Sea usted el Jurado"
Un abrazo,
Tiberio
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